Uno de esos días en los que todo sale bastante mal. Gilda y yo fuimos a escalar a Etxauri sin croquis, con la cuerda de 55 metros y con tan sólo nueve cintas exprés. Buscando un sector acabamos en otro distinto en el que nos quedamos a intentar un supuesto V grado que nos resultó muy difícil, tal vez por el cansancio del día anterior. Todo fue muy chapucero. No conseguimos colocar más de tres o cuatro seguros, yo me caí y volé bastantes metros, despegando literalmente a Gilda del suelo, y para rematar, teníamos a un tío al lado que no hacía más que mirar y cuestionar todo lo que estábamos haciendo como si fuéramos retrasados, acabando por poner a Gilda muy nerviosa y a mí de mala leche. Así que al rato nos marchamos de allí y dimos el día por concluido.

Afortunadamente, la vía nos resultó lo suficientemente difícil como para no acabarla, lo cual hubiera sido aún más desastroso al habernos quedado sin cuerda o sin cintas. Y por otro lado, después de haber dejado la pared y estando refugiados en un bar con una cañita en la mano, comenzó a llover a cántaros, por lo que al final el día no salió tan mal. La moraleja: conoce la vía de antemano o prevé un plan de escape, errores que difícilmente se repetirán en un futuro.